martes, 10 de diciembre de 2013

Criadero de cuervos // Parte II

Criadero de cuervos // 21.-  Alivio cómico.
"Sóplame este ojo"
Santiago Pavlovic

Criadero de cuervos // 22.- Sobre la jaqueca.
"¿Tienes algo para el dolor de cabeza, algo como la píldora del día después?"

Criadero de cuervos // 23.- Criadero de poetas.
"Hacen bien en sacarme de la tumba"
dijo el poeta que fue dado por muerto.
Hacen bien en removerme desde los residuos,
desde la comodidad del epitafio, de la voluntad final.
Estrujen mi cadáver ahora, aprovechen que aun tiene carne
Mañana solo seré huesos
gusanos, amasajas de musculatura descompuesta
una completa farsa del mármol
artesanía del olvido

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
leí cuando a penas me volvía un recuerdo
y ahora deambulo cual poltergeist,
entre todos los que me dieron por muerto
acarician mis cadenas, se aferran a la sábana que mi nuca arrastra,
no tengo forma fija,
el ectoplasma se burla de mi inexistencia
porque me sacan de la tumba
y al hacerlo me devuelven al tiempo
a los momentos que se llevó el viento, 
a los arreboles que el silencio opacó
a la galaxia cómplice de mis dolores

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
y el que lo haga que vuelva conmigo dentro
porque desde la tumba cree lo que ahora lloran
y desde la tumba inventaré la secuela,
en formato de venganza, por capítulos unitarios
trece por temporada y un puñado de spin offs.
Que vengan a remecer mi sepulcro cuando se queden sin imágenes
Porque aquí seguiré
esperando que me saques de la tumba

Me sacarán una y mil veces
pero nunca serás tú
porque si lo fueras la muerte no sería un trámite
ni un fin, ni un principio
no sería un eje de la creación.
Me crié en la galaxia, mirando la belleza verde de tu vacío ocular
y aquí sigo
siendo removido de la tumba
como dijo el poeta que dieron por muerto
Él murió, Ese otro también y Yo
sinceramente, a estas alturas
Ya no me siento nada bien.

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
Y el que lo haga que se aventure dentro
porque hasta en mis horas oscuras
dentro fuiste tú y tú eres la luz que reanima mi lecho
"Hacen bien en sacarme de la tumba"
Dijo el poeta que dieron por muerto
y desde la farsa de la muerte
pidió que lo volvieran a dejar dentro

Criadero de cuervos // 24.- Sobre el cine y la presidencia.
"En Chile cualquiera puede hacer películas y da lo mismo cómo salgan. Si haces una película mala la gente va a verla igual, le da lo mismo. Da tanto lo mismo que mientras más mala te salga la película mejor, incluso después te puedes postular para presidente de la república.-"

Criadero de cuervos // 25.- Sobre las predicciones de primarias.
"Longueira se irá unos días de vacaciones.-"

Criadero de cuervos // 26.- Sobre las riquezas del proletariado.
"Hay comunachas muy ricas y no tienen ni un peso.-"

Criadero de cuervos // 27.- Sobre el amor comunitario.
"Hacer el amor con una comunacha debería, en teoría, terminar siempre en una orgía.-"

Criadero de cuervos // 28.- Sobre el materialismo histórico.
"Marx quería puro ponerla.-"

Criadero de cuervos // 29.- Sobre la génesis del individuo.
"Nací a destiempo, mientras las matronas almorzaban.-"

Criadero de cuervos // 30.- Sobre la caballerosidad.
"¿Cuál es la manera más apropiada de decirle que me encantaría follármela sin parecer pederasta y sin insinuarle que parece ramera?"

Criadero de cuervos // 31.- De asesinos por naturaleza.
"Desde tu perspectiva, eres un hombre. Para mí, eres un simio. Ni siquiera un simio. Eres un periodista.-"

Criadero de cuervos // 32.- Sobre la bandera.
"Yo amo a la patria, el problema es que ella no siente lo mismo.-"

Criadero de cuervos // 33.- Sobre la oferta laboral.
"Sácate un guión, dijo el perla.-"

Criadero de cuervos // 34.- Revelación.
"Eres el amor de mi vida desde, quizás, siglos y siglos.-

Criadero de cuervos // 35.- Sobre las promesas de campaña.
"Candidata ¿Qué es lo primero que pasará el 11 de Marzo si usted sale electa?
Un asado.-"

Criadero de Cuervos // 36.- Sobre ti.
"Ser como tú debería considerarse ilegal.-"

Criadero de cuervos // 37.- Cosas que suceden en las costas del norte.
¿Y tú en qué crees? Le pregunté. Se acomodó con un gesto suave, casi invisible, junto a la fogata. Su cabello, ondulado, furioso como el mar, se veía de un tono cobrizo a causa de los reflejos del fuego que nos cobijaba. Se mojo los labios, la inmensidad de sus ojos brilló. En sus pupilas se reflejaban difusas flamas que danzaban en el océano de su iris.
En los reptilianos, me respondió. Me quedé mudo, extinto de refutaciones. El mar bramo en un claro gesto de burla. Es que están en todos lados ¿Has visto esas fotos de Obama? Dijo mientras sus labios de loto invitaban al beso. Están en el gobierno, en las corporaciones--Se acercó peligrosamente a mí-- yo creo que Piñera es reptiliano ¿Cómo tan seco? ¿Cómo tantas empresas? Tiene que ser reptiliano.
¿Y sabes quién más es reptiliano? Preguntó encendiendo un cigarrillo. Steve Tyler ¿Has visto a su hija? Tiene que ser reptiliano ese tipo.

Levante mi lata de cerveza y bebí.
El otro día, meses después, me topé con ella en la calle.
Evitó mi saludo y cruzó a la vereda del frente rápidamente.-

Criadero de Cuervos // 38.- Sobre el amor de clases.
"Una vez me gustó una niña del Valentín letelier. Era bonita, no hablaba terrible y le gustaba Misfits, igual que a mi. Un día nos tomamos las manos y caminamos por ahí, juntos, de la mano. Bonito momento, de esos que solo se tienen cuando se es chico. Después volví a mi casa y, de pura curiosidad adolescente, me olí la mano.

Olía a pobre.

A la niña no la vi más.-"

Criadero de Cuervos // 39.- Sobre el miedo.
"Una vez mi padre me dijo que tenía que conocer el miedo, que solo así podría ser un hombre de verdad. "Voy a ir a buscarlo para presentártelo", me dijo. Nunca volvió.-"

Criadero de cuervos // 40.- Sobre la medicina moderna.
"- Doctor, me siento pésimo, no valgo nada, míreme, soy miserable ¿Qué cree que tengo?
- Creo que tiene razón.-"

martes, 22 de octubre de 2013

Cita a Parra

Él te ofrece el recuerdo de una flor amarilla
vista al anochecer
años antes que tú nacieras
interesantes puchas que interesante
en cambio yo no te prometo nada
ni dinero ni seco ni poesía
un yogur es lo + que podría ofrecerte. 

Stumbleine

Y tu rostro palidece, no sé por qué,
Se le va la vida, o se llena de ella
No lo sé
Tu sonrisa afilada se clava en otro lado,
en otro rostro, en otra quijada curvada.
Escualo errante en mares de sangre
navego, perdido, en un mar de diamantes.

Podría haberte ofrecido el mundo
pero en mis bolsillos solo tengo chauchas.
Con peso muerto caes cual avalancha
y arrasas mis bosques,
mis paraísos,
mis defensas,
mis galaxias sabiamente resguardadas,
de ti,
de todos.

Nada te hes imputado
puesto que tu invasión es completamente mi responsabilidad.
Nada te hes imputado
y con ello, llevo mi cuello a la horca
y mis bosques,
y mis paraísos y mis defensas.
y todo lo que queda después de la masacre.

El mundo era nuestro
pero te lo has reservado para ti.
Amargo, sacudo una sonrisa,
esperando que el reloj se lleve las nubes,
tus nubes,
tus paraísos,
tus galaxias.

Cuelgo desde el cielo,
endeudado de emociones.
Embargué mi cordura
para hipotecar mis sentimientos.
Empeñé mis brújulas para comprarte un diamante
y tu me apuñalaste con él.-





domingo, 20 de octubre de 2013

Cita a Leoncavallo.-

E se Arelcchin t'invola Colombina 
ridi, Pagliaccio e ognun applaudirà! 
Tramuta in lazzi lo spasmo ed il pianto; 
in una smorfia il singhiozzo e 'l dolor.
Ridi, Pagliaccio, sul tuo amore infranto, 
ridi del duol che t'avvelena il cor.


Ópera, opera, operá, boludo.-

lunes, 14 de octubre de 2013

Ventana indiscreta.-

Aquí, sobre este mar de desastres, yace tu cuerpo. Curvado en la ensoñación, yace de costado, generoso en su gesto, generoso en su invitación. Sobre esta tempestad que me cobija por las noches yace tu cuerpo a medio vestir, forrado en prendas de mi propiedad y que a ti, en un juego de extrañas bombachas, te quedan mucho mejor. Aquí, en la tormenta que tengo por sepulcro, descansa tu cuerpo y reposa tu mente. Se lo merece, pienso mientras te observo desde la pertinente distancia, claro que se lo merece. Tus ojos se pierden en la bóveda celeste, en el silencio mortuorio, en ese espacio de cobijo que siempre sé como invadir. Yaces muda, con la lengua refugiada detrás de los muros que irguen tus encías. Yaces sobre el sepulcro de mis frustraciones, como si no importaran nada, y realmente no lo hacen, por un momento no lo hacen en lo absoluto. Te contemplo, con la cabeza hacia el lado, allí, paralela al mundo, brillante, bella. Aquí, sobre este mar de desastres, yace tu cuerpo y me muestra una ventana a otra dimensión, una donde las circunstancias estuvieron a nuestro favor.

No me lamento, no podría hacerlo, no podría prescindir de este momento en que tu cuerpo yace de lado y me invita a que lo aborde. Dejo de parafrasear mentalmente y lo hago. Cruzo mis brazos por ti y nos atraigo, nos comprimo, me hundo en tu cabeza, tu vientre absorbe mis manos, nuestra corporalidad es, sin hacer nada, una. Y es que nada tenemos que hacer porque ya así, simple y torpe como suelen ser las cosas bellas de la vida, está todo resuelto. Aquí, sobre mi mar de desastres, descansamos cuales náufragos del devenir y es aquí, en este mantel solitario, donde me quiero quedar por lo menos lo que nos queda de noche. Podría maldecir al cielo, aquejarle el poco tiempo que nos entrega para esta farsa que no tiene nombre pero no sacaría nada. Prefiero sonreír, mirar el cielo desde la esquina de tu hombro y estrechar los dedos contigo, más que mal, juntos hemos desordenado todas las tormentas que ahora nos sirven de colchón.

Es aquí, sobre este lecho lleno de desilusiones, en que hoy me haces sonreír mientras nuestro abrazo se pierde en la noche, en las estrellas, en las pancartas que no alcanzamos a ver, entre las ventanas sin luces que nos esconden sus misterios. Porque descansamos a puertas abiertas y a ventanas corridas, quizás buscando una teleaudiencia o quizás, desde la comodidad de la irrealidad, buscando que nuestro innuendo se lo lleve el viento y lo haga perdurar.

Si lo hará o no, eso es ya otra historia.

Yo solo te estrecho contra mí, sonrío y me grabo tu aroma. Consciente de que mañana esta irrealidad no será más que un escrito en la pared de las desazones.-

domingo, 13 de octubre de 2013

Cita a Gaiman.-

¿Ha estado alguna vez enamorado? Horrible, ¿no? Te hace tan vulnerable. Te abre el pecho y el corazón y eso significa que alguien puede meterse dentro de ti y revolver todo. Construyes todas estas defensas, todo fuerte y armadura, para que nada pueda hacerte daño y entonces, llega esta estúpida persona, no diferente de cualquier otra estúpida persona, y se mete en tu estúpida vida… Le das un pedazo de ti, que no te pidió. Hace algo tonto algún día, como besarte o sonreírte y es entonces cuando tu vida ya no te pertenece nunca más. 

El amor toma rehenes. 

Llega hasta lo más profundo dentro de ti. Te va carcomiendo y te deja llorando en la oscuridad; una frase tan simple como “quizá deberíamos ser sólo amigos” se convierte en una astilla de vidrio que se te va hundiendo en el corazón. Duele. No sólo en la imaginación. No sólo en la mente. Es un alma herida, un verdadero dolor que se te mete dentro y te rasga en pedazos. Odio el amor.

Exogénesis IV

En silencio siempre me he visto mejor.-

Exogénesis III

No tengo miedo a las masas

Te tengo miedo a ti

sábado, 12 de octubre de 2013

Exogénesis II

Empecemos de nuevo. En este reinicio cómo quiero ser. Quizás más robusto, más blanco, con los ojos más grandes y más claros. Tener un aroma corporal más amargo, las manos más grandes, la nariz más afilada. Nacer con un mejor apellido, o quizás uno peor, cosa de marcar algún precedente. Haberme criado en la calle, ser un hijo del barrio y no de la televisión. Jugar a la pelota, mediocampo, mi ídolo Roberto Carlos, un crack, mi equipo de cabecera; el Ñupi. Tener aspiraciones futboleras, ser del colo, o de la U, o de algo que nadie siga mucho como Rangers o Santiago Morning. Haber estudiado en una escuela numerada, saber blandirme a golpes contra alguien, haber peleado a puños por una mujer cuando la pubertad acabara con mi rostro pálido. Tal vez haber probado la droga desde chico, con los vecinos, ahí en el barrio, donde el sol te quema la crisma y la tierra es el asfalto de las calles. 

Luchín, pero sin tanto glamour.

Rendir la PAA, PSU, PAX, FONDOPAC, PSY, CSI, CNSI, CNN, CNI, DINA. Sacar un puntaje elevado, sorprendente para alguien de mi origen. Entrar a alguna universidad de prestigio, o quizás no tanto prestigio, pero no un pozo de lázaro lleno de comunistas. Endeudarme, vivir con mis padres en la comodidad de nuestra periferia. Jugar a la pichanga los fines de semana y doparme el resto de los días. Echarme uno, dos, tres, cuatro años pero avanzar, paso lento pero seguro. Con esmero se arma el futuro, acérrimo en fin afán de no ser lo que por lógica debería ser. Entre mi lista de contactos, un buen drug dealer, un cabro que canta en las micros y una tonelada de jetones de Ovalle que viven en pensiones estudiantiles. Llego a mi cuarto de siglo y estoy enfrentando mi último año, un embarazo no deseado y las presiones de la práctica profesional. Ya no me veo tan blanco, tan robusto ni de ojos tan claros. Ya, en tan precoz premura, estoy hastiado, otro ciudadano borrado entre todas las listas que componen ese gigantesco mausoleo que se llama registro civil. 

Orwell, con mucho menos glamour.

Ahí me veo, en mis '30 y tantos, con una deuda bancaria gigante a cuestas, un cabro chico cuya madre me odia y una situación laboral, como para todos, dudosa e insatisfactoria. Ahí me veo, en mis caudalosos 30 y tantos años, mascando la rabia que nace desde la miseria. Ahí me veo, preguntándome qué me hubiera gustado ser si no fuera quien soy.

Empecemos de nuevo.-

viernes, 11 de octubre de 2013

Exogénesis I

Sigo volviendo a parajes de existencia que debería dejar morir en paz.-

Cable a tierra.-

Transito entre el paradigma que conforman tus ojos, la prerrogativa que se esconde tras tu iris colorida. Aquí permanezco, infartante e insoluble. Pastoso, heterogéneo, a-forme, moldeado según la a-forma con que me veo reflejado en tus cristales oculares. Un poco curvo, alargado, con la nariz afilada (Cuando realmente es lo contrario) y los ojos como platos, la frente enorme y más enorme aun el corte afilado de mis mejillas. Así soy yo cuando me respiro en tu boca; un mutante mirando a otro mutante, simbiosis de dos galaxias, coitos interdimensionales.
Me gusta escribir pensando en alguien, supongo que le pone un rostro a las palabras que escapan de mis dimensiones subcutáneas. Me gusta esa última palabra, me recuerda a alguien más. Ojos claros ¿Claros? verdes. Se dice que el verde los ojos se relaciona, semióticamente, a la magia druida, a los elfos de bosque, a una condición de irrealidad plástica que solo su dueña, a causa de su encanto hipnotizante, puede portar. Víctor Jara tenía una canción que hablaba de esos ojos, pero dudo que tuviera realmente clara la película respecto a lo que pudieran implicar esas condenadas bellezas de la joyerías genética.
Bueno, por algo terminó como terminó.

La mejor parte de The Wire es volver a ver The Wire.

Te comería los ojos como dos aceitunas sevillanas. Los pintaría con mi lengua y luego los dejaría dentro de una pecera.

Ya tengo tu enfermedad en mi.-

miércoles, 9 de octubre de 2013

Hacen bien en sacarme de la tumba

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
dijo el poeta que dieron por muerto.
Hacen bien en removerme desde los residuos,
desde la comodidad del epitafio, de la voluntad final.
Estrujen mi cadáver ahora, aprovechen que aun tiene carne
Mañana solo seré huesos
gusanos, amasajas de musculatura descompuesta
una completa farsa del mármol
artesanía del olvido

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
leí cuando a penas me volvía un recuerdo
y ahora deambulo cual poltergeist,
entre todos los que me dieron por muerto
acarician mis cadenas, se aferran a la sábana que mi nuca arrastra,
no tengo forma fija,
el ectoplasma se burla de mi inexistencia
porque me sacan de la tumba
y al hacerlo me devuelven al tiempo
a los momentos que se llevó el viento,
a los arreboles que el silencio opacó
a la galaxia cómplice de mis dolores

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
y el que lo haga que vuelva conmigo dentro
porque desde la tumba creé lo que ahora lloran
y desde la tumba inventaré la secuela,
en formato de venganza, por capítulos unitarios
trece por temporada y un puñado de spin offs.
Que vengan a remecer mi sepulcro cuando se queden sin imágenes
Porque aquí seguiré
esperando que me saques de la tumba

Me sacarán una y mil veces
pero nunca serás tú
porque si lo fueras la muerte no sería un trámite
ni un fin, ni un principio
no sería un eje de la creación.
Me crié en la galaxia, mirando la belleza verde de tu vacío ocular
y aquí sigo
siendo removido de la tumba
como dijo el poeta que dieron por muerto
Él murió, ese otro también y yo
sinceramente, a estas alturas
Ya no me siento nada bien.

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
Y el que lo haga que se aventure dentro
porque hasta en mis horas oscuras
dentro fuiste tú y tú eres la luz que reanima mi lecho
"Hacen bien en sacarme de la tumba"
Dijo el poeta que dieron por muerto
y desde la farsa de la muerte
pidió que lo volvieran a enterrar

Sobre Black Mirror.-

Llevo en cama un par de días y me he visto en la obligación (auto impuesta, por supuesto) de sumergirme por completo en la internet y en sus bondades. Navegando en todo momento, llegué a la frontal decisión de animarme a ver, por fin, Black Mirror. Ultra recomendada, la obra del señor Brooker me dejó hecho bolsa. Cada uno de los tres capítulos que componen sus temporadas no dejan a nadie indiferente, arroyan con sentimientos y dejan esa sensación pastosa y agridulce de que estamos construyendo ciudades sobre pantanos.

No es solo que la tecno-paranoia sea una de las constantes de mi vida o que el criptopunk (Como le dice mister Assange) se esté convirtiendo, día a día, en una realidad más plausible. No, no es solo eso. Puede que lo que me desbarate a nivel emocional sea que, desde la incomodidad de la expectación, me vea tan reflejado en tantas de sus historias. Por ejemplo, en la completa historia de ti (In memorium), los humanos portan un chip en la nuca que les permite registrar todo lo que ven y escuchan y reproducirlo a posteriori. Así, los recuerdos no se olvidan y se pueden visualizar en cualquier momento. En este contexto, un tipo empieza a desconfiar de su mujer ya que mira y habla con mucha soltura con cierto sujeto a quien nuestro protagonista no conoce. El personaje se obsesiona con descubrir que se esconde detrás de esta evidente tensión para, finalmente, descubrir que su esposa había tenido una relación con dicho hombre. La historia avanza obviamente hacia lo inevitable y la verdad de las cosas, por momentos, es tanto o más asquerosa que los engaños.

Yo me pregunto ¿Qué haría yo si las herramientas tecnológicas me permitieran indagar en la verdad de tantas cosas? De los sentimientos de quienes me rodean, de las verdades que me dicen, de la veracidad de sus palabras. Ahí me detengo y pienso; falta poco para que se pueda. Entonces pienso ¿Esto es solo el preámbulo de la real psicopatía macro-social? ¿Cuán poco falta para que la tecnología, en vez de arreglarme la vida, me la termine por destruir? En esa voragine de pensamientos caí en cuenta de que ya no tengo manera (Entiéndase por manera a un medio virtual. El canon de las relaciones humanas contemporáneas.) de saber de ti. Ahí la tecno-paranoia se dispara como un tren bala y caigo en la interrogante ¿Tan nanoconsumido estoy? ¿La existencia de verdad se ha resumido a esto, a un avatar en una pantalla? Caigo en el capítulo dos de la primera temporada y me horrorizo ¿Basta con borrar mis perfiles para desaparecer? El humano existencialista siempre ha barajado esa hipótesis; desaparecer. Ahora pareciera estar, por fin, al alcance de la mano y eso me aterra.

Me aterra de cojones.

En fin, Black Mirror, de las grandes joyas de nuestra era.-

viernes, 27 de septiembre de 2013

Cita a Carver.-

"Podría decirse, por ejemplo, que tomar una esposa es dotarse de una historia. Y si ello es así, debo entender que yo estoy ahora fuera de la historia. Como los caballos y la niebla. O podría decirse que mi historia me ha dejado. O que he de seguir viviendo sin historia. O que la historia habrá de prescindir de mí en adelante, a menos que mi mujer escriba más cartas, o le cuente sus cosas a una amiga que lleve un diario. Entonces, años después, alguien podrá volver sobre este tiempo, interpretarlo a partir de documentos escritos, de fragmentos dispersos y de largas peroratas, de silencios y veladas imputaciones. Y es entonces cuando germina en mí la idea de que la autobiografía es la historia de los pobres desdichados. Y de que estoy diciendo adiós a la historia."

Caballos en la niebla 

jueves, 26 de septiembre de 2013

Sobre la estatura.-

A veces me siento pequeño. No es que no lo sea, soy a penas una conjunción de 165 centímetros (Y ni hablar de mi tamaño en la historia), solo que a veces me siento más pequeño de lo que generalmente considero normal, incluso para mis escalas reducidas. No sé si serán los hiperbólicos edificios que rodean mi imperio en miniatura o la abrumante extensión de planeta que conjuga mi hábitat, la cosa es que a veces me siento pequeño.

Y motivos claros tengo para hacerlo. Si no, dígame usted ¿Cómo se sentiría a los pies de la torre Eiffel? Bueno, yo no he estado ahí, y si lo estuviera creo que me uniría a las filas de hormigas que recolectan comida para el invierno. Quizás recolectaría comida para ellas mientras toman sol y se van por el fin de semana a la playa, no lo sé, me siento pequeño a veces. No sé como resolver estos lapsus de chiquitolina, de sentirme disminuido frente a la majestuosidad del mundo, de la humanidad, de las palmeras.
Salgo a caminar esperando que el devenir me escupa grandeza y generalmente vuelvo más pequeño. Me escondo dentro de mis zapatillas y me devuelvo a mi caverna. Paso por debajo de la puerta, entre las patas de la mesa y bajo la alfombra de mi cuarto. Me refugio debajo de la cama y ahí, compenetrado con mi limitado tamaño, me siento nuevamente emperador.

Entonces me reconozco gigante, soberano, legendario. Separo mis vértebras y rajo el somier que me cobija con la anchura de mis omóplatos. Pero eso no es suficiente, las estrellas tienen que perderse en mis bigotes. Un soplido, un respiro y soy más grande aun.  El techo cruje contra mi nuca y cede, uno, dos, tres, nueve pisos de concreto estallan contra mi cabeza que se alza. La ciudad se rinde a mis pies como un organigrama de puntos grises y luces amarillas. Gritos de júbilo emanan de mis entrañas. Crezco sin límites, me estiro hacia el sol y lo atravieso con mi nariz, grande, gorda como una gigante roja. Los astros son mi comparsa, el planeta solo una callosidad en la planta de mi pie. Tomo las estrellas, formo un ramillete y me las trago. Su electricidad hace palpitar mis tripas.

El codo me pica, Antares anda por ahí.

Estiro el brazo tratando de llegar al final de la bóveda celeste, pero nunca lo consigo. Me estiro y estiro, crezco y crezco y nunca alcanzo el final del telón negro que decora al universo. Ahí, gigante y solo, vuelvo a sentirme pequeño. El resto es silencio.

A veces me siento pequeño, motivos no me faltan. Si no, dígame usted ¿Cómo se sentiría si tuviera consciencia de sus reales dimensiones?

Tenga cuidado.

A Napoleón le dijeron que era pequeño, mira la mansa escoba que dejó.-

jueves, 19 de septiembre de 2013

Sonic Youth - Covers

Sonic Youth, próceres en su siniestra esquina, posee un suculento abanico de covers.

A continuación, y en pos de las fiestas, un listado con varias de ellas:

- Forever Young / Alphaville
- Superstar / The Carpenters
- Victoria / The Kinks
- My New House / The Fall
- Rowche Rumble / The Fall
- Psycho Mafia / The Fall
- I'm not There / Bob Dylan
- Ticket to Ride / The Beatles
- Within you Without you / The Beatles
- Personality Crisis / New York Dolls

Un sitio bastante interesante deja un listado con varios temas que quedaron en el tintero y que, conociendo el trabajo de estos muchachos, no tienen ningún desperdicio.

Por aquí.

Felices fiestas.-

lunes, 16 de septiembre de 2013

Poesía de cañerías.-

Voy a empezar a quedarme callado. Ya que nunca te he logrado desnudar con las palabras, empezará a usar las manos.

Que bonito desvelarme si, por tu culpa, no he podido dormir en una semana.

En tus ojos bien podría caber todo el océano y todos los calamares gigantes que este esconde.-

jueves, 29 de agosto de 2013

De los números que van para atrás.-

Las cuentas regresivas me están carcomiendo los días, como ver una fruta pudrirse en cámara rápida. Me despierto sabiendo que las horas que me quedan del día no me alcanzarán para nada. Me he perdido, si, en la espiral del que se ve atrapado contra la pared. Se acaba un conteo en reversa y empiezan dos nuevos. Los números no pueden contener el tiempo pero son la materialización de cómo este se nos arranca de las manos.
Lo aprovecho, si, le saco el máximo de jugo que puedo, no puedo negarlo. Pero aún así la sensación del tiempo perdido, del tiempo muerto, del tiempo blanco persiste como diciéndome "Hey, no te va a alcanzar. Y si te alcanza, mira todo lo que perdiste en el inter tanto".

Me vuelven loco las cuentas regresivas.

Y en cierto momento me doy cuenta de que los espacios que tenía reservados para mi, las instancias que celosamente había guardado para mi disfrute, para mi lectura como individuo, para mi salud mental, ya no me pertenecen. El tiempo es un agente terrorista. Conteos regresivos sobre la esquina de mi monitor me indican los miles de segundos que faltan para que mi trabajo dé frutos. El tiempo en reversa que el calendario me marca me escupe, día a día, lo próximo que estoy de no ser más que un recuerdo.

Es que conmigo, ahora, todo tiene fecha de espiración.

Entre toda esa vorágine un pensamiento surge por sobre la nebulosa. Pero será mejor callarlo, pues todavía no lo logro entender.

El reloj se mueve para atrás, y pareciera que yo no me muevo para ninguna parte. El calendario corre indemne y los días, implacables, se burlan de la impaciencia temporal. Quiero que los días tengan treinta horas, que las noches se prolonguen y que los días, frescos huéspedes del devenir, vuelvan a tener algún rostro que no sea un puñado de números en reversa. Que todo se detenga, que todo se detenga por favor. Las horas corren con una velocidad desgraciada y, en un parpadeo, me doy cuenta que ya tengo las maletas a un costado de la cama. No hay nadie con la disposición de articular un adiós.

Una pausa, venga ya.-

domingo, 25 de agosto de 2013

Quizás ella quiera.-

"Oye pelao ¿Tienes por ahí alguna canción como feliz para poner en un video?", me dijo hace un tiempo un amigo "Algo como esto". Acto seguido, me mandó una canción de Maybeshewill. Hasta la fecha, yo no conocía a estos flacos, luego de seguir el link que me enviara mi compañero quedé rayando la papa (Pobres tubérculos). Y con justa razón, Maybeshewill es una banda de post-rock canadiense (Para variar) cuyo sello personal es, a diferencia de sus pares (Mil y un veces profesados en este espacio), la velocidad dramática de sus composiciones y la estructuración pragmática que, conociendo el género, pocas veces se logra leer detrás de una canción de post-rock.

Están bastante buenos estos flacos. Incluso cae la sorpresa en que efectivamente gran parte de sus piezas no atacan al espectador desde el espacio melancólico y gris que bandas como This will destroy you o los papis de las explosiones en el cielo suelen hacer. Maybeshewill apela más a la violenta aceleración de sus tiempos, sus composiciones cocainómanas atacan al sujeto que sale a trotar o a las escenas de redención de final de peli.

si, he perdido la gracia en esto de escribir algo sobre la música que estoy escuchando.

De feliz poco, aunque varias sonrisas flotan en su disco. Aún así, no tienen ningún desperdicio y son un descubrimiento sorprendente de lo que se está haciendo, en el corto plazo, en la escena del siempre memorable post-rock.

A continuación, el disco con el que me engancharon, del 2008 y que contienen piezas hermosas como I'm in awe, Amadeus! y otras de disidente violencia como The Paris Hilton Sex Tape. Notables en su regla. A continuación el disco para la casa y, si prefiere, en formato yoestube.

La belleza tiene unos rostros muy curiosos.-

Razones para morirse triste.-

El azar es una sentencia obtusa.-

martes, 20 de agosto de 2013

Catorce meses y dos semanas

Primer borrador de cuento sin revisiones posteriores.

Agosto del 2012

Llevo ya tres semanas limpio y el síndrome de abstinencia me está volviendo loco. Me sudan las manos, me tiembla un párpado y los dolores estomacales no me dejan dormir. Peor que eso, tengo un dolor de cabeza que me está matando, me clava agujas con sal en el lado izquierdo de la sien y punzones con jugo de limón en el lado derecho. Está ahí, todo el día, presionando mi cráneo y manteniendo mi ánimo en el límite del colapso neuronal. Ya no puedo más, tengo que conseguir algo urgentemente. Lo siento mamá y papá pero soy un fracaso. Lamento que hayan gastado todo el dinero que invirtieron en clínicas de rehabilitación pero soy débil, soy el sueño resquebrajado de sus proyecciones, una línea sobre la mesa, un trozo de cartón bajo la lengua, un vástago sintetizado en laboratorio e inyectado por intravenosa. Lo siento pero soy un adicto de primera con 200 dólares en el bolsillo listos para ser gastados en ketamina, DMT, heroína, efedrina, adrenocromo, éter, zopralam, melicalina sintetizada o cualquier sedante inyectable, aspirable o comprimible en supositorios.

En la esquina de siempre me espera Lollypop. Casual, displicente, macabro y dominante. Es un puto inmigrante; de esos que ensucian nuestras calles con narcotráfico, prostitución y música latina. No sé de donde viene y tampoco me interesa, solo sé que es el puto amo de la merca en el lado oeste de down valley. Nadie sabe de dónde saca sus productos y nadie pregunta, algunos dicen que tiene contactos dentro de los federales, que ellos le entregan drogas experimentales que luego serán introducidas en los barrios bajos, ni puta idea. Lollypop tiene de todo, para todos los gustos y precios. Nadie se mete con él y los que lo han hecho han terminado durmiendo boca abajo.

- Dame lo que sea que me mantenga muerto varios días –Le digo apenas le paso la pasta– ya tuve suficiente de la vida por bastante tiempo.

Lollypop me quita el dinero y me pasa tres pastillas azules, la emoción me embarga como a un niño su primera mesada. Nunca he visto estas píldoras en mi vida, tampoco es que haya visto mucho.

- Mire parse, estas le van a encantar. Son el último grito en psicotrópicos, el caviar de los drogadictos de clase alta, la mejor chimba que vas a encontrar. Son carísimas y su precio subirá hasta Yucatán. Pero usted es un cliente fiel, querido Jimmy, sé que le gustarán, sé que volverá por más.

Lollypop apoya sus negros dedos en mi hombro y me guiña un ojo. Siempre ha sido muy sobreactuado cuando le llegan nuevos productos, con su acento bananero y sus dialectos desfasados en el tiempo. Lo que sí, debo reconocer que pocas veces se equivoca cuando augura que volveré por más mercancía.

- Como sea, Lollypop, te estaré llamando.

- Un consejo, Jimmy –Los ojos negros del inmigrante me miran como si estuvieran a punto de revelarme el máximo secreto de los faraones– pruebe con media pastilla, parse, eso equivaldrá a tres meses –Me da una palmadita en el hombro, ya no puedo soportar su hedor a pobre– Vaya a disfrutar, parsero. Cuando esté más caleto vuelve por más.

Le di una última sonrisa a Lollypop y me marché a mi antro personal. El día se acababa pero, como dijera algún conde alguna vez, todo cambia cuando el sol se va. Yo tenía mucho que cambiar; tres meses de abstinencia no serían un agujero fácil de llenar, mucho menos con unas capsulitas que sepa dios que carajo de efecto tenían.

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Y pensar que de niño quería ser astronauta
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La rutina era siempre la misma: El sillón de un cuerpo, luces bajas, un disco mezclado de Jefferson Airplane y un paquete de maní, por si el hambre traidora venía a corromper mi claustro químico. Lollypop me había dicho que probara con media píldora pero ese negro puto siempre era recatado, rozando la cobardía, con las dosis que recomendaba.

Sobre el lomo de mis papilas gustativas deposité completa la pequeña pastilla azul y la hice bajar por mi corrosiva garganta con un toquecito de brandy.

Ahora la ansiedad que significa recibir la fase uno. Lo común es esperar veinte minutos. Con el Zopralam primero viene una sensación de mareo fatal seguido de la destrucción de las capacidades psicomotoras, el resto es vacío. Con la melicalina es otro asunto; parte con un subidón de calor que nace en el estómago y se estanca en la nuca. Dolor de ojos, ardor de encías, los químicos te patean los intestinos y los pulmones se estrujan hasta el cero, una sensación horripilante de estar a punto de ebullir se apodera de todo el organismo. Todo se vuelve volcánico en la primera fase de la Melicalina, el infierno sintetizado en una pastilla, magma procesado, sudor y ternura. El resto, la segunda fase, es un paraíso indescriptible a causa de la falta de memoria.

El hilo de mis pensamientos se corta cuando siento una brasa de calor reconfortante en la parte baja del vientre. Se siente como la Melicalina ¿Será cómo la Melicalina? No, no es lo mismo, esto es acogedor, hogareño. Me acurruco en el sillón de un cuerpo mientras la chimenea química me abraza y acaricia los músculos. Un fuego salvaje se prende en mi vientre y empiezo a marearme. Sudo como un cerdo con sobrepeso y la desorientación mental se dispara radical contra la cordura. Solo puedo articular pensamientos relacionados con las fecas, las cabezas de pescado, un vertedero de inmigrantes, animales rajados por el estómago, Lollypop y su asqueroso acento de indígena ladrón.

Vomito mis entrañas hasta dejar seca mi médula espinal, una catarata de bilis y ausencia de alimentos. El mareo me derrota y caigo a piso, apoyo mi mejilla sobre el vómito que acabo de escupir. El asco me supera, vomito de nuevo, empujo mi cuerpo hacia un costado y, moquillento, con la garganta rajada por los ácidos gástricos y los labios pastosos de residuos, me largo a llorar miserablemente. A mi cabeza vuelve mi familia, orgullosa de un fracasado, mis patéticos tres meses limpio y, con una congoja inspirada en el odio, recuerdo el fatídico momento en que Lollypop me vendió estas putas pastillas. Negrete de mierda, indio hijo de puta. Mientras me revuelco en el piso con el estómago en llamas pienso en mi bandera y en mi obligación ciudadana en deportar a Lollypop ¿Por qué mierda se llama Lollypop? Negro marica, haré que se seque en la cárcel.

El llanto se corta y la dignidad vuelve a mi carne. El mareo se va y el sudor se acaba, soy humano de nuevo. Me recuesto en el sillón de un cuerpo y dejo que Jefferson Airplane me acune. Las molestias desaparecen, un amor profundo por mi cuerpo emana de la nada. Me acaricio los hombros, el torso, las costillas. Bajo mis manos suavemente hacia mi cálido vientre. Se siente bien, como una rapsodia de sensaciones que se cobija en mi barriga. Una misteriosa sensación de hambre me invade, mi estómago se transforma en el Sahara sobrepoblado por niños negros suplicando por un pedazo de papel que masticar. Sigo acariciando mi panza mientras el hambre aumenta. Tengo que hacer algo al respecto, algo como un pulpo. Sí, que bien vendría un poco de pulpo al vapor ahora. El hambre lo es todo, tengo que comer. Me levantaré e iré a robar un poco de pulpo al mercado.

Y en eso, mientras articulo un listado mental de los artículos a robar para mi menú de drogado, los químicos de la píldora azul me destruyen la cordura: Desde el interior de mi estómago algo golpea la mano con la que me acaricio el vientre.

Mis neuronas se contracturan, los ojos se voltean sobre su eje. Esta alucinación es nueva, tétrica, demasiado real. Vuelvo a apoyar la mano en la superficie de mi panza y la situación se repite luego de unos pocos segundos.

Lollypop me ha embarazado, pedazo de hijo de puta. Voy a matar a ese negro, voy a sacarle los ojos y usarlos de llavero ¿Cómo mierda voy a estar embarazado? ¡Y de Lollypop!  Maldito negro come ratones ya se va a enterar. Me levanto del sillón de un cuerpo y busco mi armamento, cualquier cosa servirá para destripar a ese despatriado. Un sacacorchos, un tenedor, hasta clavarle el CD de Jefferson Airplane serviría para vengarme de esta vejación (Sería una falta de respeto para los Jefferson, pero sé que si ellos estuvieran en mi situación se sentirían mártires). Cómo es posible que el gobierno permita que tanto inmigrante entre a nuestra nación y, como si su permanencia en el país fuera poco, embaracen a los hombres buenos de esta patria noble. Alguien debe hacer algo, alguien como yo. Voy a matar a Lollypop, ya se va a enterar.

Doy vueltas por el departamento buscando algún arma mejor que el disco de los Jefferson o el tenedor que sostengo en mi mano cuando me encuentro de frente al espejo que adorna mi pasillo. Frente a mí, una versión inmaculada de mi persona que porta una barriga enorme y hermosa que aflora desde mi estómago y cobija a mi retoño. El tenedor homicida cae de mis manos al momento que las lágrimas invaden mis ojos; voy a ser padre, voy a tener un bebé.

Me aferro a mi barriga y caigo contra la pared conmovido por mi reflejo. Me siento la virgen maría, quiero una sesión de fotos desnudo en blanco y negro donde solo seamos yo y mi hijo. A la verga Lollypop, no importa si no quiere hacerse cargo, tengo una sola preocupación en el mundo y es mi bebé. El recuerdo de mi familia me sonríe en la mente; ya no estoy solo, ya no estaré solo nunca más, ahora solo soy y mi hijo.

¿O será hija? Tengo que averiguarlo ¡Es urgente! Cómo podré pensar en un nombre si no sé qué es ¿Y si me sale hermafrodita? O peor ¿Si sale negro como Lollypop? Eso sería fatal, irreversible, sellaría su destino para siempre y lo condenaría a trabajar de por vida en un local de comida rápida friendo pollos. Tengo que salir de la duda, debo saber si se parece a mí o al bastardo sin patria de su padre.

Me rajo la camiseta, desparramo media botella de crema humectante sobre mi celestial barriga y distribuyo la loción. He visto por TV que así las madres ven a sus hijos en la consulta médica. Le plantan unos aparatos electrónicos que muestran a los fetos a través de ondas electromagnéticas. No puede ser tan complicado si sale en TV. Necesito un algún dispositivo que transmita señales al televisor y podré ver a mi retoño.

Reclino mi humanidad sobre el sillón de un cuerpo y, mientras el televisor sintoniza los entretelones de una guerra de hormigas, me clavo el control remoto en la panza. En la pantalla lo único que se ve son los inteligibles puntos blancos y negros que rebotan entre sí. Sacudo con violencia el control de un hemisferio al otro pero no aparece nada salvo la contienda de hormigas. Debe faltar loción, quizás las pilas del remoto están descargándose, tal vez necesito más pastillas.

El instinto materno me obliga a tragarme otra pastilla entera. El efecto es inmediato, las patadas que mi niño empieza a dar son fulminantes. Me aportilla las costillas y los riñones con los pies, da puñetazos a las paredes de mi estómago como si quisiera arrancármelo y tragárselo, le da un cabezazo terrible al pulmón derecho. Hambre es lo que tiene pero tendrá que aguantarse; nada de comida hasta que se muestre, no señor, educado tiene que salir.

Orbito circunferencias con el control sobre mi barriga sin prestarle atención a la violencia que se cultiva en mi vientre. “Muéstrate carajo”, le ordeno, “que te muestres te digo”, la guerra de hormigas empieza a difuminarse. “¿Te vas a mostrar a papi?”, los puntos negros desaparecen, los puntos blancos poco a poco se mezclan, se diluyen, forman una silueta redonda, una nariz familiar, unas manitos pequeñas, un rostro deforme que en un par de meses parecerá un humano.

Se parece a mí.

La emoción me embarga, los ojos se me cristalizan y una sonrisa imposible se me dibuja en el rostro. Los químicos retuercen mis músculos. Caigo de rodillas frente al televisor mientras las lágrimas dejan surcos bajando por mis mejillas. Esto es tremendo, tengo un hijo hermoso gestándose en mi estómago, pequeño, gordito, flotando en la inmensidad de mi vientre. “Tum, tum”, resuena el latir de su corazón. “Tum, tum”, entierro las manos en la pantalla del televisor y lloro superado por la alegría. “Tum, tum” y el pequeño me mira a la cara. “Tum, tum” y su boquita se abre.

- ¡Sácame de aquí, carajo! –Me grita desde el interior del televisor.

Caigo sobre mi espalda, horrorizado por la primera impresión.

- ¡Sácame imbécil! –Vuelve a gritar mientras golpea la pantalla con su ínfimo puño.

El televisor empieza a zamarrearse, la pantalla tiembla con los golpes del feto parlante. No entiendo lo que pasa, los ojos se me desorbitan frente al endemoniado rostro ectoplásmico del infante. Bajo un mar de insultos me ordena que lo saque de mi barriga, no es una petición, es una orden dictatorial. Me quedo congelado, en piloto automático. Me manera mecánica me trago la última pastilla azul que queda y un dolor robado del mismo infierno me quiebra la columna vertebral. Grito desde las tripas al momento que mi estómago se infla como un globo aerostático, crece y crece en una proporción inimaginable. Mis ojos se abren con terror, sudo sobre el sudor, la garganta se me seca y siento como mi piel está a punto de rajarse. Dentro de mi estómago debe haber cupo para tres camionetas.

-¡SÁCAME MALDITA SEA! –Me gritan desde el televisor.

Sin pensarlo dos veces me entierro el tenedor con el que pensaba asesinar a Lollypop en el bajo vientre. Desde la pantalla, mi infante aúlla de dolor. Lo clavo una y otra vez haciendo una pequeña línea de pre-picado desde la corona del pene hacia el ombligo. Desde la pantalla, los gritos son aterradores, Jefferson Airplane no aporta mucha calma al momento. Termino rápidamente la línea y, con unas uñas bestiales crecidas de la nada, rajo la carne y entierro las manos en los músculos que separan a mi bebé del mundo. Sudo, lloro y siento electricidad en todo mi cuerpo. Mis manos navegan entre mis entrañas, la carne no quiere ceder y se estrecha contra mis extremidades con violencia. Es una lucha de uno contra uno, del hombre contra su propio cuerpo. Obligo a mis músculos a ejecutar un empujón final y definitivo y, mientras las venas de la sien revientan en coágulos sangrientos, arrancó a mi bebé de mi propio vientre.

La placenta queda pegada en el techo, luego cae sobre la radio y se desparrama sobre la alfombra.

Lloro a causa del dolor, lloro porque por fin tengo a mi bebé respirando en mis brazos, lloro pero él no emite ningún sonido. Lo abrazo con fuerza, me aferro a su carne como si de su diminuto cuerpo (82 cms/7 kilos y medio) dependiera mi vida. Hago una pausa mientras mi respiración se regula y lo veo a la cara; es un montón de carne deforme y sin una figura definida, se parece a mí, me sonríe.

Nunca le negaré el querer ser astronauta.

Lo dejo por unos segundos en el piso, acostado a mi lado, e inspecciono mi herida; se ve fatal, tengo que cocerla pronto o algún insecto podría empezar a habitar en ella. A mi lado siento una presencia imponente, desvío la mirada de la fatal incisión y veo a mi bebé de pie prendiendo un cigarrillo. Un hedor exagerado a inmigrante se apodera de mi pequeño departamento.

- Gracias, pá –Empieza a decir con una versión mutante de mi propia voz- ¿Tendrás veinte pavos que me prestes?

- ………………………………………………………………………………………………………………… -“Lo mutante no es su voz, lo mutante es su acento” deduzco mentalmente mientras apuntar mecánicamente un velador donde guardo algunos billetes.

- Gracias viejo –La extraña forma humanoide que tengo por hijo cuenta los billetes y, acto seguido, se los guarda entre las carnes de lo que debería ser su estómago- Me voy a lo de Lollypop, espérame con desayuno mañana ¿Vale? Gracias parse.


- Inmigrante hijo de puta –Digo para mí mismo. 

De respuestas que llegan después

- ¿Cómo podría ser mejor esta situación?
- Si no tuvieras que irte

martes, 25 de junio de 2013

Criadero de cuervos // Parte I

Criadero de cuervos // 01.- Declaración de principios.
"Hasta el final viviendo sin tener precio.-"

 Criadero de cuervos // 02.- Sobre la educación artística.
"Mira, mientras me ofrezcan lo que me están pagando yo acepto. Total, el amor al arte lo perdí hace harto rato.-"

Criadero de cuervos // 03.- Eslogan retrofuturista de cruzada solidaria.
"Ellos no rinden nosotros tampoco Teletón 2013"

Criadero de cuervos // 04.- Sobre los negocios.
"La amistad es invaluable, no vale nada.-"

Criadero de cuervos // 05.- Eslogan promocional de cantores de Gospel de Santiagore.
"Santiago suena a golpes
Harlem orchesta riot
13 o algo de Noviembre.-"

Criadero de cuervos // 06.- Sobre el clero.
"Queríaserunoytrinoperoterminévolviéndomeundonnadie.-"

Criadero de cuervos // 07.- Sobre la distribución de las riquezas.
"En los barrios altos hasta las minusválidas son atractivas.-"

 Criadero de cuervos // 08.- Sobre no tener tolerancia.
"El problema no es que los estudiantes tengas ideales, el problema es que generalmente parecen imbéciles.-"

Criadero de cuervos // 09.- Cita motivacional de Don Francisco.
"Tú, Camila, me vas a ayudar a convencer a millones de chilenos para que nos den su dinero.-"

 Criadero de cuervos // 10.- Sobre el canibalismo económico.
"Combata la pobreza ¡Mate a un mendigo!"

Criadero de cuervos // 11.- Sobre las venas abiertas de la chequera.
"El problema no es que falte dinero, el problema es que sobra gente.-"

 Criadero de cuervos // 12.- Cita a un delirio de una noche de verano.
"Yo no entiendo porque estas diferencias conmigo cuando yo también soy chileno, Hermano de todos ustedes... Claro yo no soy de Izquierda, pero si soy socialista ¿Como todo el mundo, no? Porque todo el Mundo es Socialista, aqui en Francia hay socialismo. En España hay socialistas, Musolini también era socialista. Él También Creía en la Sociedad... Yo Pienso que somos todos como una gran Familia. Y yo También soy Padre de familia
Y el Plan Z era una Realidad: A mi Hija la iban a Mandar a Rusia. Y No me vas a Decir que eso es Socialismo ¿No?.-"

Criadero de cuervos // 13.- Análisis a un clásico contemporáneo.
"Forest Gump me enseñó que en la vida, sin importar las limitancias que tengas, puedes triunfar. Pero para eso muchos deben caer en desgracia.-"

Criadero de cuervos // 14.- Sobre mis días de oficina.
"No eres nadie y ya eres un pésimo jefe"

Criadero de cuervos // 15.- Sobre el trato con las mujeres, lección 1.
"El retraso es sinónimo de galantería, o de embarazo"

Criadero de cuervos // 16.- Berlusconi y yo.
"- Lo acusaron de pederasta
- ¿Bueno y a quién no?"

Criadero de cuervos // 17.- Sobre los consejos de mi padre.
"Winners dont do drugs, but u r a loser. So why dont u stop trying and take some drugs, loser?"

Criadero de cuervos // 18.- Cuando la vereda habla.
Una madre transita con su hijo de ocho años fuera del palacio de La Moneda. La guardia blanca de Carabineros hace cambio de turno:
- ¿Y esos, mami? -Señalando a la policía de blanco.
- No hijo, esos pacos son diferentes porque no se mueven. No tiene que tenerles miedo."

Criadero de cuervos // 19.- Sobre los fondos fiscales y las políticas públicas del arte.
"Toda la estructura cultural que hemos construido se la lleva Madonna.-"

Criadero de cuervos // 20.- Sobre las convocatorias.
"Cuando leí los apellidos ganadores de años anteriores me dí cuenta que yo nunca podría figurar entre ellos.-"