martes, 22 de octubre de 2013

Cita a Parra

Él te ofrece el recuerdo de una flor amarilla
vista al anochecer
años antes que tú nacieras
interesantes puchas que interesante
en cambio yo no te prometo nada
ni dinero ni seco ni poesía
un yogur es lo + que podría ofrecerte. 

Stumbleine

Y tu rostro palidece, no sé por qué,
Se le va la vida, o se llena de ella
No lo sé
Tu sonrisa afilada se clava en otro lado,
en otro rostro, en otra quijada curvada.
Escualo errante en mares de sangre
navego, perdido, en un mar de diamantes.

Podría haberte ofrecido el mundo
pero en mis bolsillos solo tengo chauchas.
Con peso muerto caes cual avalancha
y arrasas mis bosques,
mis paraísos,
mis defensas,
mis galaxias sabiamente resguardadas,
de ti,
de todos.

Nada te hes imputado
puesto que tu invasión es completamente mi responsabilidad.
Nada te hes imputado
y con ello, llevo mi cuello a la horca
y mis bosques,
y mis paraísos y mis defensas.
y todo lo que queda después de la masacre.

El mundo era nuestro
pero te lo has reservado para ti.
Amargo, sacudo una sonrisa,
esperando que el reloj se lleve las nubes,
tus nubes,
tus paraísos,
tus galaxias.

Cuelgo desde el cielo,
endeudado de emociones.
Embargué mi cordura
para hipotecar mis sentimientos.
Empeñé mis brújulas para comprarte un diamante
y tu me apuñalaste con él.-





domingo, 20 de octubre de 2013

Cita a Leoncavallo.-

E se Arelcchin t'invola Colombina 
ridi, Pagliaccio e ognun applaudirà! 
Tramuta in lazzi lo spasmo ed il pianto; 
in una smorfia il singhiozzo e 'l dolor.
Ridi, Pagliaccio, sul tuo amore infranto, 
ridi del duol che t'avvelena il cor.


Ópera, opera, operá, boludo.-

lunes, 14 de octubre de 2013

Ventana indiscreta.-

Aquí, sobre este mar de desastres, yace tu cuerpo. Curvado en la ensoñación, yace de costado, generoso en su gesto, generoso en su invitación. Sobre esta tempestad que me cobija por las noches yace tu cuerpo a medio vestir, forrado en prendas de mi propiedad y que a ti, en un juego de extrañas bombachas, te quedan mucho mejor. Aquí, en la tormenta que tengo por sepulcro, descansa tu cuerpo y reposa tu mente. Se lo merece, pienso mientras te observo desde la pertinente distancia, claro que se lo merece. Tus ojos se pierden en la bóveda celeste, en el silencio mortuorio, en ese espacio de cobijo que siempre sé como invadir. Yaces muda, con la lengua refugiada detrás de los muros que irguen tus encías. Yaces sobre el sepulcro de mis frustraciones, como si no importaran nada, y realmente no lo hacen, por un momento no lo hacen en lo absoluto. Te contemplo, con la cabeza hacia el lado, allí, paralela al mundo, brillante, bella. Aquí, sobre este mar de desastres, yace tu cuerpo y me muestra una ventana a otra dimensión, una donde las circunstancias estuvieron a nuestro favor.

No me lamento, no podría hacerlo, no podría prescindir de este momento en que tu cuerpo yace de lado y me invita a que lo aborde. Dejo de parafrasear mentalmente y lo hago. Cruzo mis brazos por ti y nos atraigo, nos comprimo, me hundo en tu cabeza, tu vientre absorbe mis manos, nuestra corporalidad es, sin hacer nada, una. Y es que nada tenemos que hacer porque ya así, simple y torpe como suelen ser las cosas bellas de la vida, está todo resuelto. Aquí, sobre mi mar de desastres, descansamos cuales náufragos del devenir y es aquí, en este mantel solitario, donde me quiero quedar por lo menos lo que nos queda de noche. Podría maldecir al cielo, aquejarle el poco tiempo que nos entrega para esta farsa que no tiene nombre pero no sacaría nada. Prefiero sonreír, mirar el cielo desde la esquina de tu hombro y estrechar los dedos contigo, más que mal, juntos hemos desordenado todas las tormentas que ahora nos sirven de colchón.

Es aquí, sobre este lecho lleno de desilusiones, en que hoy me haces sonreír mientras nuestro abrazo se pierde en la noche, en las estrellas, en las pancartas que no alcanzamos a ver, entre las ventanas sin luces que nos esconden sus misterios. Porque descansamos a puertas abiertas y a ventanas corridas, quizás buscando una teleaudiencia o quizás, desde la comodidad de la irrealidad, buscando que nuestro innuendo se lo lleve el viento y lo haga perdurar.

Si lo hará o no, eso es ya otra historia.

Yo solo te estrecho contra mí, sonrío y me grabo tu aroma. Consciente de que mañana esta irrealidad no será más que un escrito en la pared de las desazones.-

domingo, 13 de octubre de 2013

Cita a Gaiman.-

¿Ha estado alguna vez enamorado? Horrible, ¿no? Te hace tan vulnerable. Te abre el pecho y el corazón y eso significa que alguien puede meterse dentro de ti y revolver todo. Construyes todas estas defensas, todo fuerte y armadura, para que nada pueda hacerte daño y entonces, llega esta estúpida persona, no diferente de cualquier otra estúpida persona, y se mete en tu estúpida vida… Le das un pedazo de ti, que no te pidió. Hace algo tonto algún día, como besarte o sonreírte y es entonces cuando tu vida ya no te pertenece nunca más. 

El amor toma rehenes. 

Llega hasta lo más profundo dentro de ti. Te va carcomiendo y te deja llorando en la oscuridad; una frase tan simple como “quizá deberíamos ser sólo amigos” se convierte en una astilla de vidrio que se te va hundiendo en el corazón. Duele. No sólo en la imaginación. No sólo en la mente. Es un alma herida, un verdadero dolor que se te mete dentro y te rasga en pedazos. Odio el amor.

Exogénesis IV

En silencio siempre me he visto mejor.-

Exogénesis III

No tengo miedo a las masas

Te tengo miedo a ti

sábado, 12 de octubre de 2013

Exogénesis II

Empecemos de nuevo. En este reinicio cómo quiero ser. Quizás más robusto, más blanco, con los ojos más grandes y más claros. Tener un aroma corporal más amargo, las manos más grandes, la nariz más afilada. Nacer con un mejor apellido, o quizás uno peor, cosa de marcar algún precedente. Haberme criado en la calle, ser un hijo del barrio y no de la televisión. Jugar a la pelota, mediocampo, mi ídolo Roberto Carlos, un crack, mi equipo de cabecera; el Ñupi. Tener aspiraciones futboleras, ser del colo, o de la U, o de algo que nadie siga mucho como Rangers o Santiago Morning. Haber estudiado en una escuela numerada, saber blandirme a golpes contra alguien, haber peleado a puños por una mujer cuando la pubertad acabara con mi rostro pálido. Tal vez haber probado la droga desde chico, con los vecinos, ahí en el barrio, donde el sol te quema la crisma y la tierra es el asfalto de las calles. 

Luchín, pero sin tanto glamour.

Rendir la PAA, PSU, PAX, FONDOPAC, PSY, CSI, CNSI, CNN, CNI, DINA. Sacar un puntaje elevado, sorprendente para alguien de mi origen. Entrar a alguna universidad de prestigio, o quizás no tanto prestigio, pero no un pozo de lázaro lleno de comunistas. Endeudarme, vivir con mis padres en la comodidad de nuestra periferia. Jugar a la pichanga los fines de semana y doparme el resto de los días. Echarme uno, dos, tres, cuatro años pero avanzar, paso lento pero seguro. Con esmero se arma el futuro, acérrimo en fin afán de no ser lo que por lógica debería ser. Entre mi lista de contactos, un buen drug dealer, un cabro que canta en las micros y una tonelada de jetones de Ovalle que viven en pensiones estudiantiles. Llego a mi cuarto de siglo y estoy enfrentando mi último año, un embarazo no deseado y las presiones de la práctica profesional. Ya no me veo tan blanco, tan robusto ni de ojos tan claros. Ya, en tan precoz premura, estoy hastiado, otro ciudadano borrado entre todas las listas que componen ese gigantesco mausoleo que se llama registro civil. 

Orwell, con mucho menos glamour.

Ahí me veo, en mis '30 y tantos, con una deuda bancaria gigante a cuestas, un cabro chico cuya madre me odia y una situación laboral, como para todos, dudosa e insatisfactoria. Ahí me veo, en mis caudalosos 30 y tantos años, mascando la rabia que nace desde la miseria. Ahí me veo, preguntándome qué me hubiera gustado ser si no fuera quien soy.

Empecemos de nuevo.-

viernes, 11 de octubre de 2013

Exogénesis I

Sigo volviendo a parajes de existencia que debería dejar morir en paz.-

Cable a tierra.-

Transito entre el paradigma que conforman tus ojos, la prerrogativa que se esconde tras tu iris colorida. Aquí permanezco, infartante e insoluble. Pastoso, heterogéneo, a-forme, moldeado según la a-forma con que me veo reflejado en tus cristales oculares. Un poco curvo, alargado, con la nariz afilada (Cuando realmente es lo contrario) y los ojos como platos, la frente enorme y más enorme aun el corte afilado de mis mejillas. Así soy yo cuando me respiro en tu boca; un mutante mirando a otro mutante, simbiosis de dos galaxias, coitos interdimensionales.
Me gusta escribir pensando en alguien, supongo que le pone un rostro a las palabras que escapan de mis dimensiones subcutáneas. Me gusta esa última palabra, me recuerda a alguien más. Ojos claros ¿Claros? verdes. Se dice que el verde los ojos se relaciona, semióticamente, a la magia druida, a los elfos de bosque, a una condición de irrealidad plástica que solo su dueña, a causa de su encanto hipnotizante, puede portar. Víctor Jara tenía una canción que hablaba de esos ojos, pero dudo que tuviera realmente clara la película respecto a lo que pudieran implicar esas condenadas bellezas de la joyerías genética.
Bueno, por algo terminó como terminó.

La mejor parte de The Wire es volver a ver The Wire.

Te comería los ojos como dos aceitunas sevillanas. Los pintaría con mi lengua y luego los dejaría dentro de una pecera.

Ya tengo tu enfermedad en mi.-

miércoles, 9 de octubre de 2013

Hacen bien en sacarme de la tumba

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
dijo el poeta que dieron por muerto.
Hacen bien en removerme desde los residuos,
desde la comodidad del epitafio, de la voluntad final.
Estrujen mi cadáver ahora, aprovechen que aun tiene carne
Mañana solo seré huesos
gusanos, amasajas de musculatura descompuesta
una completa farsa del mármol
artesanía del olvido

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
leí cuando a penas me volvía un recuerdo
y ahora deambulo cual poltergeist,
entre todos los que me dieron por muerto
acarician mis cadenas, se aferran a la sábana que mi nuca arrastra,
no tengo forma fija,
el ectoplasma se burla de mi inexistencia
porque me sacan de la tumba
y al hacerlo me devuelven al tiempo
a los momentos que se llevó el viento,
a los arreboles que el silencio opacó
a la galaxia cómplice de mis dolores

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
y el que lo haga que vuelva conmigo dentro
porque desde la tumba creé lo que ahora lloran
y desde la tumba inventaré la secuela,
en formato de venganza, por capítulos unitarios
trece por temporada y un puñado de spin offs.
Que vengan a remecer mi sepulcro cuando se queden sin imágenes
Porque aquí seguiré
esperando que me saques de la tumba

Me sacarán una y mil veces
pero nunca serás tú
porque si lo fueras la muerte no sería un trámite
ni un fin, ni un principio
no sería un eje de la creación.
Me crié en la galaxia, mirando la belleza verde de tu vacío ocular
y aquí sigo
siendo removido de la tumba
como dijo el poeta que dieron por muerto
Él murió, ese otro también y yo
sinceramente, a estas alturas
Ya no me siento nada bien.

"Hacen bien en sacarme de la tumba"
Y el que lo haga que se aventure dentro
porque hasta en mis horas oscuras
dentro fuiste tú y tú eres la luz que reanima mi lecho
"Hacen bien en sacarme de la tumba"
Dijo el poeta que dieron por muerto
y desde la farsa de la muerte
pidió que lo volvieran a enterrar

Sobre Black Mirror.-

Llevo en cama un par de días y me he visto en la obligación (auto impuesta, por supuesto) de sumergirme por completo en la internet y en sus bondades. Navegando en todo momento, llegué a la frontal decisión de animarme a ver, por fin, Black Mirror. Ultra recomendada, la obra del señor Brooker me dejó hecho bolsa. Cada uno de los tres capítulos que componen sus temporadas no dejan a nadie indiferente, arroyan con sentimientos y dejan esa sensación pastosa y agridulce de que estamos construyendo ciudades sobre pantanos.

No es solo que la tecno-paranoia sea una de las constantes de mi vida o que el criptopunk (Como le dice mister Assange) se esté convirtiendo, día a día, en una realidad más plausible. No, no es solo eso. Puede que lo que me desbarate a nivel emocional sea que, desde la incomodidad de la expectación, me vea tan reflejado en tantas de sus historias. Por ejemplo, en la completa historia de ti (In memorium), los humanos portan un chip en la nuca que les permite registrar todo lo que ven y escuchan y reproducirlo a posteriori. Así, los recuerdos no se olvidan y se pueden visualizar en cualquier momento. En este contexto, un tipo empieza a desconfiar de su mujer ya que mira y habla con mucha soltura con cierto sujeto a quien nuestro protagonista no conoce. El personaje se obsesiona con descubrir que se esconde detrás de esta evidente tensión para, finalmente, descubrir que su esposa había tenido una relación con dicho hombre. La historia avanza obviamente hacia lo inevitable y la verdad de las cosas, por momentos, es tanto o más asquerosa que los engaños.

Yo me pregunto ¿Qué haría yo si las herramientas tecnológicas me permitieran indagar en la verdad de tantas cosas? De los sentimientos de quienes me rodean, de las verdades que me dicen, de la veracidad de sus palabras. Ahí me detengo y pienso; falta poco para que se pueda. Entonces pienso ¿Esto es solo el preámbulo de la real psicopatía macro-social? ¿Cuán poco falta para que la tecnología, en vez de arreglarme la vida, me la termine por destruir? En esa voragine de pensamientos caí en cuenta de que ya no tengo manera (Entiéndase por manera a un medio virtual. El canon de las relaciones humanas contemporáneas.) de saber de ti. Ahí la tecno-paranoia se dispara como un tren bala y caigo en la interrogante ¿Tan nanoconsumido estoy? ¿La existencia de verdad se ha resumido a esto, a un avatar en una pantalla? Caigo en el capítulo dos de la primera temporada y me horrorizo ¿Basta con borrar mis perfiles para desaparecer? El humano existencialista siempre ha barajado esa hipótesis; desaparecer. Ahora pareciera estar, por fin, al alcance de la mano y eso me aterra.

Me aterra de cojones.

En fin, Black Mirror, de las grandes joyas de nuestra era.-