lunes, 25 de agosto de 2014

Brainstorming 0.1

Te extraño. No aguanto los espacios, los kilómetros que separan tu boca de la mía. Me trastorna tu silencio, tu ausencia, el terror vacui que me asola en estos segundos silenciosos sin ti, silentes de tu voz, de tus palabras, de tu risa, de tus comentarios atemporales, de la chispeante luz que entregas a mis días, a mis noches, a mis canciones y a mis silencios. Te extraño, como no pensé que lo haría. Te extraño y en la espiral de los recuerdos me pierdo y deambulo, errante de las memorias, naufrago del loto de tus labios.

Tu boca, tu imperdible boca, tu imposible boca, tu lejana boca. Cuando te conocí lo primero que miré fue tu boca, impasible y abultada, primicia de gestos y morisquetas que he aprendido a memorizar por completo. La he mirado por mucho tiempo y cada vez que vuelvo a ti mis sentidos son capturados por ella, por su delineado hecho a mi medida, por la confortable calma con la que me cobijan. Tu boca es una cama de nubes con sabor a hidromiel. Me fascina cómo tu labio superior se arruga hacia arriba cuando frunces el ceño, o la flecha que se forma en la comisura derecha de tu boca cuando determinas, sentencias, comprendes, caes en cuenta de algo o asumes. Esa derecha es tu esquina predilecta de gesticulaciones mientras que tu izquierda se resguarda en la absorbente órbita de tu mirada; asesina de emociones, genocida de mi cordura.

Te extraño como no pensé que lo haría.-

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